Se trata de un símbolo que se ha convertido en identidad del ser y el sentir salmantino, que esconde sus orígenes en la época judía, aunque algunos apuestan por una teoría más antigua, que remontaría al ornamento a la época de los celtíberos.
Este botón ha convertido en la principal pieza de la filigrana charra, aunque su uso más característico y apropiado lo podemos ver en los diferentes trajes charros, que es el atavío propio de la provincia de Salamanca.
Aún así, el botón charro también mantiene su uso entre las gentes del sur de la provincia de Zamora, justo en el límite con el norte de Salamanca.
El Botón Charro se puede ver en anillos, llaveros o broches de plata, ya que su elaboración en oro es mucho más cara.
Incluso, el botón charro se ha convertido en inspiración para diseñadores, como la colección que de joyas basadas en este símbolo que expusieron hace una año en la Casa Lis las salmantinas María Eugenia Bueno y Verónica Marín, titulada «La mujer charra del siglo XXI».
El primer paso, al que le seguirán el resto de instituciones salmantinas, lo han dado los grupos municipales del Ayuntamiento de Salamanca para instar a la Junta de Castilla y León a que reconozca este símbolo de la platería como Bien de Interés Cultural.
El botón charro, una joya de filigrana, se ha convertido con el paso de la historia en uno de los símbolos más característicos de los salmantinos, motivo por el que plateros, historiadores, folcloristas e instituciones entienden que debe ser declarado Bien de Interés Cultural.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.