El Día Internacional del Conservador Restaurador es una fecha que se celebra cada 27 de enero con el objetivo de concienciar sobre la importancia del trabajo de los conservadores restauradores y promover su valoración y reconocimiento en la sociedad.
Los conservadores restauradores son profesionales especializados en la conservación y restauración de bienes culturales, tanto materiales como inmateriales. Su trabajo consiste en intervenir en estos bienes de manera que se mantengan en el mejor estado posible, sin alterar su integridad ni su valor histórico, artístico o cultural.
Los bienes culturales son un patrimonio que nos ha sido legado por generaciones pasadas y que debemos proteger y transmitir a las futuras. Estos bienes pueden ser de diversa índole, desde objetos de arte, edificios históricos o monumentos, hasta libros, documentos, fotografías o películas. Todos ellos son portadores de una memoria colectiva y de una identidad cultural que es necesario preservar.
Los conservadores restauradores se encargan de intervenir en estos bienes de manera que se mantengan en buen estado y puedan ser disfrutados por las generaciones futuras. Para ello, deben conocer profundamente las técnicas y materiales utilizados en su fabricación, así como las condiciones ambientales que pueden afectar a su conservación. Además, deben estar al tanto de las últimas investigaciones y técnicas de conservación y restauración, y deben aplicarlas de manera rigurosa y ética.
El trabajo de los conservadores restauradores es fundamental para la preservación del patrimonio cultural, tanto a nivel nacional como internacional. Sin ellos, muchos de los bienes que forman parte de nuestro patrimonio se perderían o se deteriorarían irreparablemente. Además, su trabajo es una fuente de riqueza cultural y de conocimiento, ya que a través de él se pueden recuperar y conocer aspectos de nuestro pasado que de otra manera se perderían.
Por todo ello, el Día Internacional del Conservador Restaurador es una fecha importante para reconocer y valorar el trabajo de estos profesionales y su contribución a la preservación y difusión del patrimonio cultural. Es una oportunidad para dar a conocer su labor y promover su reconocimiento y valoración en la sociedad.
En Artesanía Mori realizamos trabajos de restauración en piezas únicas, algo que se ha logrado a través de un aprendizaje transmitido de generación en generación. José Moríñigo, es la tercera generación de orfebres en Salamanca.