A día de hoy no se valora tanto como se hacía antes la artesanía manual, teniendo más en cuenta las nuevas tecnologías, como el grabado escaneado. Sin embargo, la técnica de grabar a mano requiere de mucho coste, y además ya quedan muy pocos orfebres profesionales en esta especialidad tan requerida a veces para ciertos trabajos complejos, y que se ha extendido a lo largo de los años, a través de las tradiciones, con formas tan extrañas en piezas de materiales como oro, metal o madera.
Esta técnica también es conocida como técnica de grabado con buril, ya que esta es la herramienta formada por una punta de acero afilada unida a un mango, utilizada para tallar sobre una superficie, ejerciendo presión sobre ella, creando así un bajo relieve, que va formando una figura idónea.
Este tipo de profesión se ejerce para principalmente piezas en el ámbito de joyería, armas y eclesiástico. De modo que así, se crea una pieza limpia y pura, inspirada en la versatilidad del tallador.
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